El Real Monasterio de San Juan de la Peña situado en Botaya, al suroeste de Jaca, fue el monasterio más importante de Aragón en la alta Edad Media. En su Panteón Real fueron enterrados un buen número de reyes de Aragón.
Reinando en Pamplona García Íñiguez y Galindo Aznarez I, conde de Aragón, comienzan a favorecer al Monasterio. El rey García Sánchez I concedió a los monjes derecho de jurisdicción, y sus sucesores hasta Sancho el Mayor, continuaron esta política de protección. En el reinado de Sancho Ramírez de Aragón adquiere su mayor protagonismo llegando a ser panteón de los reyes de Aragón.
Nicho en donde está enterrado el Conde de Aranda. Su cadáver recibió primeramente sepultura en este lugar y posteriormente fue trasladado al Panteón de Hombres Ilustres, situado en la iglesia de San Francisco el Grande de Madrid. Finalmente, en 1985, sus restos mortales fueron devueltos al monasterio de San Juan de la Peña.
Nicho de la familia Abarca, a la que pertenecía el Conde de Aranda.
Este es el panteón real de época de Carlos III.
A continuación se pueden ver algunos de los capiteles del claustro.
Junto al claustro se encuentra una pequeña capilla, utilizada como sepulcro de los últimos abades.
Este es el traje con el que se hizo enterrar el Conde de Aranda, Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximenez de Urrea.
El primer domingo de junio, esta pradera, junto al nuevo monasterio de San Juan de la Peña se convierte en el escenario para la celebración de la tradicional romería del Voto a San Indalecio, una de las más importantes del calendario de la Diócesis de Jaca.
Personajes monacales entre las ruinas del museo del nuevo monasterio de San Juan de la Peña.