El alto horno Nº 1 de Altos Hornos de Vizcaya de Sestao fue inaugurado el 18 de noviembre de 1959, siendo la madrina Asunción Orive Muñóz, hija del trabajador más antiguo de la empresa. Este horno es hermano gemelo del alto horno Nº 2 que estaba a su lado y que fue derruido en , al igual que el alto horno 2-A, más conocido como "María Ángeles", como consecuencia de la reestructuración siderúrgica de mediados de los años 1990.
El paisaje de la ría de Bilbao se caracterizaba por la presencia de la actividad siderúrgica, en concreto por los Altos Hornos de Vizcaya (AHV), empresa surgida por la fusión de varias empresas siderometalúrgicas de Vizcaya y que llegó a ser la mayor de España durante gran parte del siglo XX, cesando su producción en 1996.
Esta imagen del alto horno N º6 es de julio de 1974.
El horno Nº1 es de tipo americano, por estar apoyado sobre una viga circular o madrastra, fue construido en 1958 por la empresa alemana G.H.H, dentro de un plan de modernización y reforma de las instalaciones. Se trata de una estructura vertical, de unos 80 metros de alto, formada por una coraza de chapa soldada en el exterior y revestido interiormente con ladrillo refractario y masa de carbono.
Cuenta además con una serie de elementos auxiliares como tres estufas con su chimenea, varios conductos de salida de gases para su depuración, el plano inclinado de carga del horno y la nave de colada, donde se recogía la escoria y donde actualmente se conserva una perforadora neumática y un cañón eléctrico. Para la elevación del mineral de hierro y el carbón se utilizaba un skip o vagoneta desplazada por un cabrestante. Fue catalogado como Bien de Interés Cultural en 2005 y se están llevando a cabo labores de restauración.
Junto a la ría del Nervión, en su margen izquierda, encontramos los restos de la que fue la industria más importante de España, Altos Hornos de Vizcaya, y entre ellos, el horno alto que estuvo en funcionamiento desde finales de los años cincuenta hasta su apagado definitivo en 1995. El aumento de los beneficios gracias al estancamiento de los salarios y el alza de los precios de venta, y el fin de la autarquía de los primeros años de la dictadura franquista, supusieron el momento propicio para la construcción, a comienzos de la década de los cincuenta, por lo que se proyectaron seis nuevos hornos; dos, conocidos como “Los Gemelos”, fueron construidos por parte de la empresa alemana G.H.H. Se reutilizó el espacio ocupado por cuatro hornos anteriores, entre la dársena de “La Benedicta”, las vías del ferrocarril de Renfe y la ría del Nervión. Hoy en día, de estos dos sólo queda en pie uno, el Horno Alto n.º 1, levantado en 1959. Descripción Se trata de un horno continuo de cuba de tipo americano. Es una estructura de eje vertical, en que la cuba se encuentra revestida por un armazón de chapa soldada al exterior y material refractario al interior, utilizándose ladrillo aluminoso en ella y masa de carbono en el crisol. Éste se apoya sobre una viga curva o madrastra, típica de este tipo de horno. Para la refrigeración se utilizaba agua salada que se tomaba directamente de la ría y era bombeada hasta dos depósitos, de donde pasaba a 440 cajas insertadas en la estructura exterior. El sistema de producción en este tipo de horno alto comienza por la zona superior o tragante, por donde se introduce una mezcla de mineral de hierro, cok y cal que actúa como fundente. Desde la base se prende fuego a estos elementos, que se van quemando; se retiran por piqueras separadas la escoria y el arrabio a medida que se van reduciendo, y se extrae a la nave de colada, donde una perforadora neumática y un cañón eléctrico controlan la apertura y el cierre de la piqueras. Las cargas son constantemente repuestas desde arriba, por donde también se inyecta, a través de las toberas, aire caliente a 900 ºC procedente de las estufas. Para la carga del mineral y el carbón, que había sido manual en los hornos anteriores, se instalan montacargas inclinados individuales (skips) elevados por un cabestrante, que iban desde los silos de almacenamiento, tras su cribado, hasta el tragante. Análisis El Horno Alto n.º 1 es un elemento de primer orden, representativo de la industrialización del s. XX, donde culmina la cadena de la producción del hierro. Digno heredero de las antiguas “haizeolas” y de las ferrerías hidráulicas posteriores, que en su momento destacaron en el panorama preindustrial vasco. Testigo de un pasado muy cercano en el que su silueta era el símbolo del corazón industrial de Bizkaia. Valoración Se puede considerar como el principal testigo de la industria del hierro del siglo XX en Euskadi, y como elemento de patrimonio cultural; desde el punto de vista histórico, técnico, iconográfico, paisajístico y humano, tiene una valoración máxima. La comparación de estos méritos con otros bienes culturales de origen industrial sitúa claramente al Horno Alto de AHV a la cabeza del Patrimonio Industrial Vasco, por lo que fue declarado Bien Cultural con la categoría de Monumento en 2005. El área protegida incluye el propio Horno Alto con una serie de elementos auxiliares consustanciales con su antiguo funcionamiento: tres estufas, el colector de gases, el sistema de depuración y la nave de colada.
Junto a la ría del Nervión, en su margen izquierda, encontramos los restos de la que fue la industria más importante de España, Altos Hornos de Vizcaya, y entre ellos, el horno alto que estuvo en funcionamiento desde finales de los años cincuenta hasta su apagado definitivo en 1995. El aumento de los beneficios gracias al estancamiento de los salarios y el alza de los precios de venta, y el fin de la autarquía de los primeros años de la dictadura franquista, supusieron el momento propicio para la construcción, a comienzos de la década de los cincuenta, por lo que se proyectaron seis nuevos hornos; dos, conocidos como “Los Gemelos”, fueron construidos por parte de la empresa alemana G.H.H. Se reutilizó el espacio ocupado por cuatro hornos anteriores, entre la dársena de “La Benedicta”, las vías del ferrocarril de Renfe y la ría del Nervión. Hoy en día, de estos dos sólo queda en pie uno, el Horno Alto n.º 1, levantado en 1959. Descripción Se trata de un horno continuo de cuba de tipo americano. Es una estructura de eje vertical, en que la cuba se encuentra revestida por un armazón de chapa soldada al exterior y material refractario al interior, utilizándose ladrillo aluminoso en ella y masa de carbono en el crisol. Éste se apoya sobre una viga curva o madrastra, típica de este tipo de horno. Para la refrigeración se utilizaba agua salada que se tomaba directamente de la ría y era bombeada hasta dos depósitos, de donde pasaba a 440 cajas insertadas en la estructura exterior. El sistema de producción en este tipo de horno alto comienza por la zona superior o tragante, por donde se introduce una mezcla de mineral de hierro, cok y cal que actúa como fundente. Desde la base se prende fuego a estos elementos, que se van quemando; se retiran por piqueras separadas la escoria y el arrabio a medida que se van reduciendo, y se extrae a la nave de colada, donde una perforadora neumática y un cañón eléctrico controlan la apertura y el cierre de la piqueras. Las cargas son constantemente repuestas desde arriba, por donde también se inyecta, a través de las toberas, aire caliente a 900 ºC procedente de las estufas. Para la carga del mineral y el carbón, que había sido manual en los hornos anteriores, se instalan montacargas inclinados individuales (skips) elevados por un cabestrante, que iban desde los silos de almacenamiento, tras su cribado, hasta el tragante. Análisis El Horno Alto n.º 1 es un elemento de primer orden, representativo de la industrialización del s. XX, donde culmina la cadena de la producción del hierro. Digno heredero de las antiguas “haizeolas” y de las ferrerías hidráulicas posteriores, que en su momento destacaron en el panorama preindustrial vasco. Testigo de un pasado muy cercano en el que su silueta era el símbolo del corazón industrial de Bizkaia. Valoración Se puede considerar como el principal testigo de la industria del hierro del siglo XX en Euskadi, y como elemento de patrimonio cultural; desde el punto de vista histórico, técnico, iconográfico, paisajístico y humano, tiene una valoración máxima. La comparación de estos méritos con otros bienes culturales de origen industrial sitúa claramente al Horno Alto de AHV a la cabeza del Patrimonio Industrial Vasco, por lo que fue declarado Bien Cultural con la categoría de Monumento en 2005. El área protegida incluye el propio Horno Alto con una serie de elementos auxiliares consustanciales con su antiguo funcionamiento: tres estufas, el colector de gases, el sistema de depuración y la nave de colada.